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- 01 feb
Juego de trola
Tras el 27-S, el tablero de la política catalana ha cambiado. Hay una nueva constelación de héroes y villanos, de negociaciones y zancadillas. No es difícil establecer un paralelismo con ‘Juego de tronos’, donde se libra la guerra dinástica por el control de Poniente y la amenaza de los Otros.
La política catalana hace tiempo que dejó el erotismo atrás y se adentró en lo más explícito, en el lado salvaje de la vida, que diría Bob Dylan. A lo ‘Juego de tronos‘, una de las grandes series del momento. Se dejaron de sutilezas y rodaron cabezas. Emergieron como nunca los enfrentamientos entre ‘casas’ que hasta hace poco pactaban o mantenían acuerdos de no agresión más o menos estables. Asumieron, por todos lados, un estilo parecido al de los trollsque incendian las redes sociales a la de dos, a menudo sin demasiado sentido ni recorrido.
En definitiva, nos llevaron (y ahí estamos) a una lucha sin cuartel donde las reglas y el ‘fair play’ en más de un momento lucen por su ausencia. Como en la mítica serie. Y como ahí, la cosa se sabe más o menos cómo empezó, pero a cada capítulo hay giros de guion y sorpresas que se llevan por delante a personajes principales, secundarios y lo que se tercie, que hacen difícil depositar esperanzas y cierta confianza en alguien, y que, entre los unos y los otros, dibuja un horizonte lleno de suspense que solo acertamos a describir como incierto.
Los protagonistas variopintos de la historia son muchos, pero aquí van unos pocos que respiran, a su manera, lo que los grandes personajes de la trama televisiva. No se queden solo con el parecido físico o con el género del individuo. Dejen fluir la imaginación, y si conocen bien la serie, en más de un caso verán que no deben hacer un gran esfuerzo para ver el paralelismo. ¡Ah! Y si no son seguidores del producto televisivo, igual esto les anima a ponerse a ello.
CARLES PUIGDEMONT – TYRION LANNISTER
Héroe por accidente, el uno. Líder por lo mismo el otro. No se fijen solo en las greñas respectivas, ni en la talla del personaje de ficción ni en la del actual presidente catalán. Por Tyrion nadie daba un euro (o la moneda que se gaste en Desembarco del Rey) porque no estaba llamado ni remotamente a encabezar las esperanzas de reinar de los mandamases de su familia. Él estaba a lo suyo cuando los giros de guion del ‘procés’ lo expusieron y lo llevaron a tener que asumir una responsabilidad (y seguramente un destino) que nunca habría imaginado más que en sus sueños más locos.
ORIOL JUNQUERAS – JAIME LANNISTER
A un republicano, que lo conozcan como el ‘mata-reyes'(metafóricamente, claro) debería ser la cosa más elogiosa del mundo. A Jaime Lannister lo rebautizaron así y su fama le persigue. Todos sabían a lo que aspiraba, a Rey, y pudo ser Mano del Rey (su extensión), pero básicamente ha sido Lord Comandante de la Guardia Real. Las relaciones con los miembros de su casa son tormentosas y, en muchos momentos, contradictorias, e incorporan del incesto a la traición, pasando por el amor y la lealtad contra pronóstico más absoluta. La casa Lannister a menudo recuerda a lo mejor y lo peor de los políticos soberanistas y sus vicisitudes.
INÉS ARRIMADAS – JOFFREY BARATHEON
Llegó a reinar. Por poco tiempo, pero lo hizo. Por aquellos azares del guion y de una historia donde nada es lo que parece. ¿Y dónde reinó? Básicamente en su casa, en su fortaleza. Como una Arrimadas, igual que Joffrey mezcla de dos casas (andaluza y catalana), que básicamente heredó al gran líder de su partido cuando este decidió expandir sus dominios y dejar Catalunya como una plaza fuerte. Ella reina ahí. ¿Por cuánto tiempo? Seguro que más que Joffrey.
MIQUEL ICETA – VARYS
Sabe que nunca reinará, pero él no juega a esa liga, como mínimo en apariencia. Lo suyo es influir, mandar desde las bambalinas del poder donde siempre se ha sabido mover con habilidad y destreza. Y solo ha dado un paso al frente y ha arriesgado cuando se ha movido bajo sus pies todo el mundo y el status quo donde había vivido tan confortablemente. No es explícitamente ni de los unos ni de los otros, sino básicamente de él y sus circunstancias.
LLUÍS RABELL . SAMWELL TARLY
Un personaje muy secundario aunque con destellos de protagonismo que en el caso de Lluís Rabell se centraron básicamente durante la campaña electoral, cuando su gran líder lo dejó solo y a su suerte. Como hizo John Nieve a Samwell Tarly en el Castillo del Muro, y este casi no lo explica.
XAVIER GARCÍA ALBIOL – KHAL DROGO
Es claramente de otra tribu, de una bastante diferente que se reivindica como tal con sus pinturas y estética. Hay voluntad no solo de fijarse como diferente sino, sobre todo, de marcar un perfil amenazador. Pero Khal, bajo una apariencia mastodóntica y feroz, es frágil. Como el liderazgo de un Albiol que a menudo enseña los dientes pero que ha llegado al liderazgo del PP de Catalunya en un momento óptimo para la cocción rápida de quién ahí se pusiera.
ANNA GABRIEL – GORRIÓN SUPREMO
No se conoce el nombre del Gorrión Supremo, el líder de la Fe de los Siete, que es la organización que se autoproclama en la serie como guardiana de las esencias y de una fe que consideran que los otros ponen en peligro. El nombre del líder y del resto no se sabe porque no importa. En teoría la cosa es colegiada. ¿Les suena? Pero el Gorrión Supremo es un indiscutible ‘primus inter pares’, y no son muchos pero condicionan (¡y de qué manera!) la vida de la casa reinante.
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