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- 19 feb
“No se asuste, soy catalán”
Una de las cosas más lamentables de este mundo son los individuos autoerigidos en máquinas expendedoras de carnés. Los hay que los utilizan para colgarlos como sambenito a las espaldas otros a quienes no pueden rebatir con argumentos. Y también los hay que los niegan para discutir el pan y la sal a alguien. Gente de Ciutadans y del PP, e incluso alguno del PSC, por ejemplo, han dicho en más de una ocasión que hay quién les niega la condición de catalanes, cosa que sería gravísima. “Hay quién reparte carnés de catalanes”, he escuchado más de una vez. Pero yo esto no lo he visto nunca. Gente haciéndose la ofendida porque en teoría alguien les ha negado la condición de catalán sí que lo he visto bastante. La previa a este momento, no. Y gente que cuelga esta condición en lugar preeminente para mirar de debilitar las opciones de éxito de otro, sí. En España. Se lo hicieron por ejemplo a Carme Chacón al PSOE al enfrentarse a Rubalcaba por el liderazgo del partido.
El partido de Albert Rivera nació como una formación que buscaba blasmar el nacionalismo catalán y contraponerle la condición aquella de “ciudadanos del mundo”, pero ahora ha acabado como fuerza netamente nacionalista española, que renuncia por ejemplo a fomentar la pluralidad lingüística en España, empezando por su casa. Así, el estreno de su nueva web, ahora que el partido da el salto definitivo a nivel estatal, prescinde del catalán (antes contemplaba versión catalana y versión castellana), y ahora únicamente existe en el idioma de Cervantes. La opción de hacerla en español, en catalán, en gallego y euskera entiendo que de momento no se contempla. Es una elección. Poco regeneradora respecto de lo que hemos visto hasta ahora en la política más clásica española, pero legítima. Ahora, con cosas de estas no borrarán que Ciutadans es un partido catalán, que como el PRD de Miquel Roca en 1987, nace para toda España desde Barcelona. Esta condición, este carné, que aquí nadie les ha discutido para negarles nada, en Madrid ya lo han empezado a utilizar como arma arrojadiza.
Carlos Floriano, del PP, ahora cuando se refiere a ellos les llama “Ciutadans”. El mismo que dice “Convergencia” (y lo pongo sin acento para que lean en castellano, como él lo pronuncia siempre). Por lo tanto, la intención, toda: “Ojo que estos son catalanes”. Y nada le importa que Ciutadans se reivindique más español que La Moños. ¿Pero saben aquello que decía Xavier Pérez Esquerdo, del programa La Segona Hora, cuando llamaba a las Espanñas y abría con un “No se asuste, soy catalán”? Pues eso. Y la solución no está en mirar de quitarse de encima esta condición, sino, para los que creen en ello, mirar de demostrar, con el ejemplo, que ser catalán no es un problema en España, que esto no estigmatiza, que esto no condiciona de entrada en negativo, defiendas aquello que defiendas, incluso si es España a ultranza.
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