¿Papeles (y miedo) para todos?

  • ¿Papeles (y miedo) para todos?

     

    Seguro que lo recuerdan. Hace 13 años, centenares de inmigrantes se cerraron en varias iglesias de Barcelona en contra de la Ley de extranjería. Y de aquello salió un eslogan que hizo fortuna en los medios: “Papeles para todos”. Pues bien, ahora de nuevo tenemos al PP en el gobierno de Madrid, y todo apunta a que se ha hecho con el eslogan. Que se ha sumado a él. Que ahora sí que quiere papeles para todos. O digámoslo mejor: que quiere empapelar (o amenazar de) a todos los que se posicionen por el proceso catalán o por el derecho a decidir. Ojo, prohombres y el resto, que los de Mariano Rajoy y Jorge Fernández les pueden sorprender un día de estos al estilo Isabel Gemio y decirles aquello entrañable de “tengo una carta para ti”. Los últimos, de momento, los de la semana, jueces soberanistas e inmigrantes paquistaníes pro-CiU.

    Es clarísimo el mensaje que, siempre vía filtración pornográfica previa en los medios, respira la actuación (presumiblemente sucia en algunos casos y amparada en el exceso de celo en otros) contra aquellos que se significan por el proceso catalán. La idea es nítida: puede tener consecuencias. Y esto ya seas todo un señor juzgue como Santi Vidal y el resto de colegas suyos que a ratos libres han decidido pensar en una futura Constitución catalana, o ya seas un inmigrante miembro de la sectorial de “nuevos catalanes” de Convergència. Aquí, del primero al último, todos podemos recibir.¿Capisci?

    Decía ayer el maestro Francesc-Marc Álvaro, en la radio, que cada día cuando se levanta mira diarios como El Mundo (donde por cierto escribió cuando todavía no lo debían considerar peligroso) a ver si sale en portada vía algún papel filtrado sobre él o algún familiar. Lo decía con ironía, con humor, igual como yo ahora he intentado plantear este artículo pero para exponerles un hecho grave: el régimen no de terror pero sí de miedo en el cuerpo que algunos están impulsando.

    Un chaval (o una chavala o un hombre grande o equis) puede ir a un estadio de fútbol con la estelada al cuello y puede recibir una paliza por parte de miembros de un cuerpo uniformado. Así, arbitrariamente. Ahora le toca a uno que se llama Rafel y es de Cadaqués, ahora a uno que sea de Barcelona y se llame Eduardo (Reyes, por ejemplo, como el maestro de la asociación Súmate). ¿Verdad que entienden el mensaje? ¿A que ven que un poco por aquí, un poco por allá, el mensaje puede ir cuajando? ¿Y verdad que ven que esto es muy grave pero a la vez dice mucho de hasta qué punto el proceso catalán avanza y que en Madrid hay que lo han entendido? Pues eso. Que mucha prudencia y mucha firmeza y trabajo bien hecho, pero que el miedo no nos lo pongan en el cuerpo. Porque como dijo el poeta (Ben Jonson), “no hay mayor infierno que ser prisionero del miedo”. Y prisioneros ya hemos dicho que no nos queremos, ¿cierto?

    (Para leer el artículo en El Singular, clicad aquí)