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- 19 dic
La pinza PP-PSOE (con Catalunya)
Atención, pregunta: ¿Si mañana a Mariano Rajoy le coge un ataque de vértigo por aquello de tener que enfrentarse a una rueda de prensa o de contestar una pregunta no pactada, y dimite, creen que en caso de ser sustituido por Alfredo Pérez Rubalcaba lo notaríamos? En cuanto a Catalunya no. Y por si todavía quedaba en la sala a algún devoto de Santa Marta, de San Judas Tadeu, de Santa Rita de Casia o de algun otro referente en cuanto a patronazgo de imposibles, ayer en el Congreso volvieron a ello en plan dúo: Catalunya no tiene derecho a decidir. Mariano fue diáfano a la hora de contestar a Rubalcaba después de que el socialista se mostrara a disponer para lo que se tercie ante “Artur Mas y su iniciativa” (de nuevo atribuyendo el por qué de todo a un presunto iluminado, no a una mayoría de la sociedad): “Nunca puse en tela de juicio que usted estaba en contra del derecho de autodeterminación”. Nunca desde que entró a formar parte del establishment cañí, claro, hace unas cuántas décadas. Faltó que a ambos lados del hemiciclo, los diputados culiparlantes de PP y PSOE (PSC incorporado) se animaran a pedir que se besaran.
Se tiran los platos por la cabeza cuando hablan de paro, de políticas sociales, de aborto y en mil debates más donde muestran un enfrentamiento casi total, pero con Catalunya están de acuerdo. Una bandera los hermana. “Mejor Unidos”, ¿recuerdan? Es la pinza PP-PSOE contra el derecho a decidir del pueblo catalán. Y después todavía nos dirán que Catalunya ha perdido fuelle y que no logra grandes hitos ni retos de magnitud. Les parecerá poco, poner de acuerdo a socialistas y populares, así, en público, abiertamente, en perfecta armonía. Pues no. Busquen un solo frente más donde muestren una sintonía tan clara, una firmeza más en prueba de bombas. Porque esto su electorado lo premia. O mejor: penaliza lo contrario. Alerta, pues, cuando nos hinchan la cabeza diciendo que no se puede hablar de España “generalizando”, cuando PP y PSOE concentran la mayoría absolutíssima de una cámara de representantes española como lo es el Congreso de los Diputados. Y en cuanto a Catalunya y su diferencia, su soberanía, en eso esta megamajoria es un bloque granítico.
Pasan las generaciones y eso sigue impertérrito. De José Manuel García Margallo a Susana Díaz. Del ministro de Asuntos Exterior español, que ayer dejaba claro que España no vetará la entrada en la Unión Europea de Escocia si Londres lo aceptara (pero que por supuesto Madrid vetará la de Catalunya), a la presidenta andaluza, que vendrá a explicarnos la buena nueva de que no nos dejarán votar y que seguirá tratando un segmento de la población como sioux de aquellos que va bien de mantener como granero de votos cautivo. Y como decía la semana pasada Rajoy: “Tranquilos, catalanes, que no os dejaremos votar”. Ves que no le escuchemos algo pareciendo a Susana. Atentos a cuando venga y ya me explicarán. Porque en otras cosas sí, pero en su pinza con Catalunya, PP y PSOE nunca fallan.
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