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- 17 oct
Duran dice DUI
Tú plantas números encima la mesa y sale el ministro de Economía y te dice que eso no es científico. Es decir, que un balance de deslealtades que cifra en cerca de 10.000 millones de euros los incumplimientos del gobierno del Estado con Catalunya es humo, alucinaciones o directamente un invento inspirado por Nerón, Rasputín, Al Capone, Vlad Tepes (Drácula), Hitler, Bin Laden y unos cuántos malos-malísimos históricos más, todos ellos invocados vía ouija por el iluminado de Artur Mas. Eso sí que es científico. Vaya, que sigue el método. Concretamente el de ensayo-error, y lo supera en el 99% de los casos. No falla. Eso sí, hoy por hoy, de entre los pocos hiperoptimistas que todavía confían en el milagro (es decir en el 1%), Josep Antoni Duran i Lleida, democristiano él. Pero lo hace hoy por hoy. Mañana ya veremos. Seamos científicos y no descartáramos nada del todo.
El martes, el conseller Francesc Homs, en rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo, hizo público el informe del memorial de agravios. Esta es la versión oficial. Esta es la idea que oficialmente admitirán desde el Govern, con el discurso oficial de marcaje al gobierno español muy aprendido. Pero enmendando a los agentes Mulder y Scully de Expediente X (y ahora ya me sabrán perdonar la cita vintage), les diré que la verdad está ahí dentro de (no ahí fuera). Entre líneas y entre las paredes de CiU. El mensaje de Homs (y por lo tanto de Mas) iba para los apóstoles (en el desierto) de la tercera vía, muy colateralmente por Pere Navarro (pobre), y muy principalmente por Duran, presidente de la parte catalana de la Comisión Bilateral Generalitat-Estado, que ya ven que por la vía de siempre (la tercera, la de negociar el mínimo de malestar general posible de Catalunya dentro de España) ha dado unos resultados totalmente descriptibles.
Y Duran dijo DUI. Dijo Declaración Unilateral de Independencia. Ayer en el Congreso. En lenguaje periodístico, “no la descarta”, que es la expresión que usamos cuando un político deja una cosa encima de la mesa con toda la intención pero sin comprometerse oficialmente. Es decir, el “echar la piedra y esconder la mano” de toda la vida. Decirlo y no decirlo. Pero lo ha verbalizado. Igual como hace dos semanas lo hizo su gran escudero, Josep Sánchez Llibre. Nada de improvisado, pues.
Las excusas se le van acabando, a Duran. La esperanza en el 1% desfallece. Madrid, de esperanza, no le da ninguna. Ni una sola excusa. Ni un milímetro de puerta abierta. Ni un movimiento remotamente inteligente para mirar de repartir culpas de cara al choque, porque Madrid no sólo lo quiere, sino que reclama buena parte de la autoría, con el espíritu aquel de los hidalgos (españoles). Quieren seguir conquistando algo, mirar de ganar alguna batalla, y básicamente les queda esto. Duran va interiorizándolo y lo proyecta vía palabras que valen para hoy pero sobre todo para mañana. Porque su posición al final sólo podrá ser una si no quiere dilapidar en un momento clave de país su trayectoria entera y la de Unió en conjunto. Sus compañeros de Convergència se lo reiteraron el martes vía Homs. Y el mismo Duran apunta con declaraciones mencionando la DUI. Así siempre podrá recuperarlas cuando justifique su apuesta por el proceso con un “yo ya os lo decía, España, y no nos dejasteis otra alternativa”.
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