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- 14 ene
Difíciles de captar
Para los que nos dedicamos al seguimiento de la política, hace unos días que se ha abierto un interesante período de lectura del Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC). Les recomiendo muy especialmente el apartado de cargos y personal. Dice cosas. Muchas.
Por ejemplo, mientras nos tenían distraídos con el nombramiento de Jordi Vilajoana como secretario general de Presidència, el DOGC nos ha hablado esta semana de otro departamento interesante. A través de los medios nos han tenido entretenidos con especulaciones sobre qué significa el nombramiento de Vilajoana: que si un toque a Francesc Homs, que si todo lo contrario, que si un puente con Madrid, que si una manera de puentear a Duran Lleida. Estas han sido solo algunas de las teorías que han adornado periódicos, tertulias y pasillos. Pero mientras este frente salía en los medios, el viernes, en el apartado de nombramientos del DOGC, quien más espacio ocupaba era la Conselleria de Justícia. El departamento, liderado por un Germà Gordó que no hace declaraciones y que esta semana, como Juan Carlos I, ha cumplido años, ya tiene establecido el esqueleto básico a nivel de cúpula y entorno.
Un movimiento en Presidència, en Governació, en Territori, en Agricultura i en Universitats. Dos en Empresa i Ocupació. Tres en Economia i Coneixement. Dieciséis en Justícia. Dieciséis. Dicen que Gordó es así de expeditivo. Pero esta velocidad también deja claro que tenía asumido hace tiempo que sería conseller. Quizá no de Justícia tanto como de Empresa, de donde se lleva a Enric Colet como secretario general del departamento. Pero este nombramiento no es el único que da pistas sobre la manera de hacer de Gordó. Buena parte de sus nuevos equipos, como Irene García Abellán, jefa de la oficina de comunicación, ya formaban parte de su entorno cuando era secretario del Govern. Es también el caso (sorprendente para algunos en Palau y en el partido) de otro de los 16 primeros nombramientos de Gordó: Laia Espín, que había sido jefa del gabinete de comunicación en el mismo departamento pero con el tripartito y con Montserrat Tura de consellera.
Al llegar CiU al Govern en el 2010 cesó en el cargo, regresó a la profesión periodística, para dejarla y volver con Tura cuando esta decidió presentarse a las primarias contra Jordi Hereu por la candidatura del PSC al Ayuntamiento de Barcelona. Gordó la recuperó, y ahora vuelve a ello.
«Quien lo entienda que lo compre», dicen compañeros suyos de partido que creen que, también en el sottogoverno, esta legislatura reclama «fieles a la causa» (como Vilajoana), precisamente por cómo pinta de complicada. Pero los de Gordó no son los únicos movimientos que estos días cuesta captar a simple vista en el Govern.(Para leer el artículo en EL PERIÓDICO, clicad aquí)