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- 26 dic
¿Tendremos actitudes diferentes?
Después de un resultado electoral que no se esperaba, a Mas le vimos durante días el gesto muy compungido. En la firma del pacto con Esquerra lo observamos denso, como si el momento le estuviera pesando mucho. Y más o menos pasó lo mismo durante el debate de investidura en el Parlament, hace pocos días. Pero ayer ya no. Mencionó la ilusión, y en su parlamento en motivo de la toma de posesión mostró un nuevo impulso, con énfasis. Se mostró contundente en algún tramo de su discurso, especialmente cuando miraba al ministro Cristóbal Montoro y cuando hablaba del “cambio de rumbo de la historia de Cataluña” que propone impulsar en los próximos años.
Y lo dijo claro: esta legislatura será una ruptura (a pesar de que no “total”, no social) con la etapa anterior. Dice que somos protagonistas “de un momento único de nuestra historia” que “nos pone a prueba individualmente y como país”, y lo bautizó como “trascendente”. “Los grandes cambios se han hecho siempre en momentos complicados y casi siempre a contracorriente”, remató. Por tanto, el contexto nos acompaña. Y añadió:“Un momento único pide también de actitudes diferentes”. Y aquí tenemos (todos) el gran reto.
Harán falta actitudes diferentes en muchos frentes, si el objetivo del estado propio se quiere lograr de verdad. Para empezar, las que tendrán que mostrar CiU y Esquerra, para mirar de entenderse sí o sí al servicio de una causa muy elevada. También las que tendrá que mostrar Convergència con Unió, para atreverse a dejar el lastre que haga falta por el camino. Iniciativa, por su parte, tendrá que superar su visceral rechazo hacia una CiU con quien puede hacer camino por el derecho a decidir. La CUP tendrá que ver que en este proceso hay de estar ahí con todas las letras. Ayer no estaban en palacio, en el acto protocolario, pero en el Parlament tendrán que sumar. Y del PSC, puesto que estamos de fiestas navideñas y esto siempre ablanda la mirada, quizás que confiemos en que (todo o en parte) decida tener la fe en Catalunya que ayer nos reclamó a todos un Artur Mas que recordó esta apelación que el maestro Josep Maria Ainaud de Lasarte hizo unos meses atrás, antes de morir, él que había defendido que Catalunya ha demostrado siempre una “voluntad de ser” que nos mantiene de pie.
Bien, pues, de pie ya lo estamos. Ahora toca avanzar como nunca antes. Unidos como nos es poca tradición política, pero sí social, como pueblo. Mas ayer reclamó las dos cosas. Y esto pasará, en gran parte, en base a unas actitudes diferentes. De todos. Será necesario. ¿Nos lo planteamos como buen propósito (pero de aquellos que se cumplen) para los próximos años?
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