Inspirar o expirar

  • Inspirar o expirar

    Inspirar y espirar, atraer aire y expulsarlo modificado, son dos pasos básicos para respirar. Esto nos une a todos los humanos. Inspirar o expirar, en cambio, es una dicotomía que básicamente une la suerte de todo aquel que aspira a tener liderazgo. O inspira, por tanto infunde o hace nacer ánimo, o expira, con «x», es decir, muere. El liderazgo del PSC, que como mínimo aspira a recuperarlo en el ámbito de la izquierda, se encuentra ante este desafío. Y el liderazgo de Pere Navarro , que como mínimo debería serlo en el PSC, también. 

    El debate del pacto fiscal, que debe resolverse en la fase catalana en cuestión de días, marcará las opciones de éxito de estos dos liderazgos en potencia. De hecho, uno de ellos, el de Navarro, debe conjurar el riesgo de morir prematuramente como no nato, que podría darse en caso de quedar descolgado y aislado de la centralidad política catalana con una postura conservadora, conformista, resignada y fatalista. 

    CiU, ERC, ICV y una mayoría de la población, según todas las encuestas, ya están por un pacto fiscal justo, en la línea del concierto económico vasco. Los socialistas (y los populares) también en Euskadi y Navarra, pero aquí no. 

    Lo peor para la credibilidad del PSC y de Navarro no es que, de fondo, coincidan con el discurso del miedo del PP de Alícia Sánchez-Camacho, los unos diciendo que vamos de cabeza a la frustración, los otros diciendo que ojo con el camino que emprende Catalunya elevando el tono porque tendrá consecuencias (malas, claro). Lo peor es que un liderazgo que aspira a serlo no se puede basar en la rendición preventiva. 

    Porque el concierto igual no se consigue y, de llegar, no solucionará todos los males de los catalanes. Pero, ¿Y la frustración y la insuficiencia del modelo actual y de todos los parches que le han sido aplicados durante décadas? Eso sí que frustra y no inspira.

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