-
- 17 mar
Sarkozy y el «alivio cobarde»
De todos los famosos que sé que han pasado por el quirófano para retocarse solo la exvicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega creo probado que hizo una buena inversión. El resto, en la mayoría de casos, siniestro total. De Mickey Rourke a Goldie Hawn , pasando por Donatella Versace o el difunto Michael Jackson. Ver su antes y su después es como una aproximación al cine gore , por lo grotesco de la inmensa mayoría de máscaras autoimpuestas.
En Le Monde lo admite la actriz francesa Emmanuelle Béart , que hace años sustituyó sus sensuales labios por un perfil a lo Daisy Donald. Sobre el «desastre», advierte, acertada: «Cuando alguien cambia una parte de su cuerpo es porque no puede con ella. Lo mío hubiera podido resolverse psicológicamente. Opté por el bisturí». Erró como la mayoría de los que buscan tapar con parches estéticos agujeros psicológicos, como la autoestima. Es cobarde y en política pasa.
Ayer Paris Match , como siempre bien conectado con el Elíseo de Nicolas Sarkozy , ponía en valor una encuesta que por primera vez le da una ligera ventaja ante el socialista François Hollande en la carrera para las presidenciales. Pero solo en la primera vuelta. En la segunda y definitiva, Hollande sigue con una gran ventaja. La derecha celebra el primer dato, que en parte atribuye al mitin de Sarkozy del domingo, cuando buscó efectismo hasta pintándose de antieuropeísta. ¡Él! Todo porque considera que no gusta lo suficiente a la ultraderecha, que puede ser clave en las urnas. Ante ella, y el resto, se deforma. Pero Sarko, como Béart , se arrepentirá de retoques como este en la faz de su relato. Aunque gane. Lo verá claramente solo con atender un poco más a uno de sus asesores, el ensayista y politólogo Alain Minc, que en su último libro advierte de los daños del «alivio cobarde».(Para leer el artículo en EL PERIÓDICO, clicad aquí)