-
- 04 dic
Un año, tres novias
Josep Antoni Duran Lleida, si se pone en plan moralina suya de campaña electoral, diría que tres novias en un año es de promiscuos. Pero tiene su mérito. Más cuando nos referimos al president de la Generalitat y a su situación política, a seis diputados de la mayoría absoluta y teniendo que gestionar una crisis económica devastadora que exige reformas casi sin concesiones.
Artur Mas ya no encarna a aquel Ken de la Barbie de cuando era conseller en cap y personificaba un estereotipo que la publicidad puso de moda: el jasp , joven aunque sobradamente preparado. Ahora, de president , lo suyo es más de galán en blanco y negro, a lo Humphrey Bogart . Más sombrío, como los tiempos que corren y su economía. Por eso tiene su aquel que la misma semana en que se cumple un año de su triunfo electoral tres partidos del Parlament se le hayan propuesto como pareja de baile, no hasta el infinito y más allá pero sí para los presupuestos, que es tanto como decir para casi todo.
El miércoles, Joaquim Nadal, masticando las palabras como de costumbre, ponía a disponer su mano y la del PSC. Detrás de él, Jaume Collboni, compañero suyo de bancada, tenía cara como de pensar «¿estás seguro?» Anna Simó, de Esquerra, después de intensas sesiones de terapia que han debido aplicarle Oriol Junqueras y su nueva dirección, también tendía la mano al antaño malo malísimo convergente para la ERC tripartita donde ella se encontraba tan a gusto. Para la ocasión, hasta vestía pañuelo al cuello a lo PP, estilo Esperanza Aguirre cuando era ministra. Todo un guiño. Y hablando de los populares, Alicia Sánchez-Camacho, atropellando las palabras como siempre, como con ansia, completó un peculiar trío pretendiente al pacto con Mas .
Suerte que el jueves, en TV-3, Mònica Terribas le hizo de dura oposición. Entre tanto éxito, estas cosas humanizan.
(Para leer el artículo en el nuevo E-Periódico, clicad aquí)