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- 09 nov
Rápido y que se vea
¿Por qué fue Rubalcaba a la sede del PSOE en Ferraz una vez acabado el debate? ¿Se lo podría haber ahorrado? Por un lado sí porque el recibimiento quería parecer cálido, y fue más bien desangelado. Por mucho grito que allí hubiera. Pero por otro lado no podía dejar de ir, una vez comprobado que Rajoy lo había hecho un rato antes en su sede de Génova entre banderas y alaridos de “presidente!”.
Vivimos lo que el sociólogo John B. Thompson ha bautizado como “la nueva visibilidad”. Cada vez nos exponemos más. Todos. Necesitamos saber más del otro. Mirar más. Somos más voyeurs y más exhibicionistas. Nos gusta mirar y que nos vean. Pero no siempre somos del todo conscientes de los riesgos que asumimos con ello. De hecho, ¿nos gusta que nos vean, o lo necesitamos?
La photo-finish de un debate como el del lunes la fijan los espectadores, debidamente influenciados al instante por el equipo opinador habitual. Pero en el veredicto nos influyen mucho, y especialmente, las imágenes. Hace unos años nos conformábamos con las de los diarios del día después. En el 1993 y en el 2008 los flashes se quedaron ahí. Pero en esta ocasión los partidos han ido más allá (…)
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