¿Verdad que “Unió es Duran”?

  • ¿Verdad que “Unió es Duran”?

    Hay cosas que son de muy mal explicar, que son feas, que producen un inmenso rechazo, que no hay por donde cogerlas. Es el caso de los acuerdos entre la Fiscalía y aquellos que tienen posibles para “negociar” con la Justicia con opciones de éxito. Pasó ayer con los implicados por los caso Pallerols, que han asumido que malversaron fondos públicos.

    ¿El acuerdo es legal? Sí, claro, lo dice el estamento judicial mismo. Pero, ¿es justo? Aquí me permitirán que diga que no. Que encuentro que no es justo. Más aún, creo que es vergonzoso, y más ahora en los tiempos que corren, con la crisis profunda de confianza que se ha generado entre ciudadanía e instituciones como la judicial y la política. Y añadiría: ya es de nota cuando esto lo protagoniza un partido político.

    A esta reflexión general que les quería apuntar como previa, déjenme añadir una valoración a propósito de la derivada política de esto que parece ser el punto final del caso Pallerols. ¿Y Unió? ¿Cómo debe reaccionar? Como lo hizo ayer no, seguro. ¿Y su líder, que lo era antes, durante y después de cuando se cometieron los delitos asumidos como ciertos, entre otros, de (entonces, cuando los delitos) militantes de Unió?

    Algo tendrá que pasar, ¿verdad? Alguna explicación o alguna asunción de responsabilidad deberá conjugar el señor Josep Antoni Duran Lleida, ¿no encuentran? Lo contrario se haría de muy mal explicar. Más cuando él mismo se comprometió públicamente a rendir cuentas. Más cuando Unió es como es.

    Porque sí, “Unió es Duran”, como dice el rumor de siempre, mal que les pese a unos cuantos de sus militantes y a gente que cree en esas siglas. Porque por la vía de los hechos así nos lo han venido demostrando hace décadas. Porque si bien Unió tenía una larga historia antes que el de La Franja cogiera su timón a principios de los años ochenta, a partir de ahí la fusión entre la marca personal del líder y la del partido ha sido casi total. Duran y su equipo de fieles-fidelísimos se hicieron un partido a medida y así lo han conservado durante treinta años con mano de hierro. ¿O es que no lo ha asumido todo el mundo, esto?

    La leyenda nunca desmentida por él (al contrario, en muchos casos alimentada por el mismo entorno del líder) nos ha explicado siempre que en el partido nada escapa al control de Duran. Así, ahora, cuesta mucho entender que el líder-partido de este partido-persona no tenga que hacer un acto de contrición a la altura de lo que reclama un acuerdo judicial que implica la asunción de culpa de Unió en un caso que ha evidenciado delito. Es necesario, como mínimo-minimísimo, que él dé explicaciones y que pida disculpas. Ya les digo, como mínimo. Por el bien de su credibilidad, por su partido, por una política que no merece de más capítulos como este, tan nocivos, tan desalentadores.

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