Navarro y los exorcistas

  • Navarro y los exorcistas

    Siempre he defendido que el “sector catalanista” del PSC nunca existió. Tradicionalmente creo que ha sido, sobre todo, una especie de leyenda urbana. Muchos han hablado de él pero nunca nadie lo ha visto. Tura era la lideresa y miembra del sector turista (interesante ismo, por cierto). Nadal ejercía bastante las mismas funciones en el sector nadalista. Castells, hacía igual con el sector castellista (????). Sólo Maragall y Obiols tuvieron tropa articulada y de grosor (en ciertos momentos). Pero ni todos los obiolistas eran maragallistas, ni a la inversa. En todo caso, nunca, ni los unos ni los otros, no conformaron una corriente compacta catalanista. En cambio, sí que formaron parte (todos ellos, con aquella alegría y tranquilidad de espíritu) de los momentos de poder institucional máximo del PSC. Por ejemplo en el tripartito de Montilla, donde el sector más PSOE de la formación también compartía hábitat con los “catalanistas”, sin problemas. Ahora Navarro nos viene a decir que de los tripartitos tuvo la culpa el “sector catalanista”, hoy “crítico”. Buen intento. Pero no cuela. En todo caso no justifica sus malos resultados electorales, la desorientación que reina en el PSC ni las negras perspectivas que todo el mundo proyecta sobre él. Todo esto no es cosa de la pérdida de ciertas personas, sino de la pérdida de cierto discurso de fondo.

    En el PSC, un alma españolista ha estado siempre, por supuesto. Les ha dado y les da muchos votos. Pero, en paralelo, durante mucho tiempo, también invocaban un alma catalanista que los completara, que los hiciera alternativa de gobierno creíble a nivel nacional. Y esta táctica les iba bien a unos y otros (“catalanistas” y “españolistas”), que de ahí destilaron mucho poder.

    Ahora, si alguien quiere invocar el alma catalanista del PSC tendrá que recurrir a la ouija, porque la han matado. Alguien la expulsó del cuerpo del PSC. ¿Y quién fue el exorcista que lo hizo posible? Navarro no, pobre. Pero sí aquellos que lo pusieron en la primera secretaría. Aquellos que un día dijeron a los “catalanistas”: “Se ha acabado que nosotros pongamos los votos y vosotros los cargos”. Aquellos que un buen día no supieron diferenciar entre la necesaria alma catalanista que todo partido que quiera gobernar en Catalunya tiene que tener y aquellos que vivían de identificarse con el presunto “sector catalanista” del partido. 

    Los exorcistas del PSC más PSOE, en la disputa por el poder, fueron (y van) a por los “catalanistas”. Los han identificado como el/su “mal”. Pero todavía no han entendido que expulsar los cuerpos de los “catalanistas” de la dirección no quiere decir lo mismo que expulsar del lugar un alma catalanista que no les tendría que dar ningún miedo. Y así les va. Y esperen. De momento el discurso sobre la lengua lo conservan. Y no es poco. Pero no les será suficiente.

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