-
- 30 ene
Referéndum sin ansiedad
Lo del “sí” de la Cup a los presupuestos del gobierno de Junts pel sí tiene varias cosas buenas. Una es, en sí misma, el hecho de que Cataluña tenga unos números que su gobierno aplicará y que necesitamos todos, seamos independentistas o no. La otra es que, en el campo soberanista, se facilita el camino para que todo el que quiera de verdad pueda concentrar esfuerzos y los recursos que correspondan también al frente del referéndum. Hay que sumar complicidades, falta mucha gente, y toda deberá estar bienvenida siempre. Y tres, en el campo del independentismo estrictamente, la cosa va bien para sacudirse ciertos ataques de ansiedad y aquel ir a remolque de las ideas que desde la Cup se puedan ir poniendo sobre la mesa cada dos por tres. ¿Ellos dicen que estos presupuestos los avalan para que se convoque el referéndum antes del verano? Muy bien, ya estaba previsto que fuera así y no era necesario que ellos dijeran que lo exigen porque si hay comprometido un referéndum para el otoño, ya me dirán ustedes si no era necesario convocar con cierto margen. A partir de aquí, la fecha se fijará en función de lo que puedan impulsar los que están de verdad implicados en la logística del plebiscito.
Oriol Junqueras es una pieza clave en este sentido. Dije en la radio que “es posible” hacer el referéndum antes del verano, y el caso es que tampoco es necesario, él y el resto, este tipo de competición para ver quien dice que se puede hacer antes y por tanto a ver quien proyecta tener más ganas de hacerlo y de hacerlo ya. Esta es una dinámica atacada que ha impresionado una parte del independentismo durante los últimos tiempos, y se ha demostrado más perjudicial que en clave de suma. No es necesario que hagamos creer a la gente que esto de un referéndum por la independencia con el Estado de culo es algo facilísimo de hacer y que ya si eso nos ponemos mañana mejor que el día siguiente. No es necesario. De verdad. Hay que impulsarlo dentro de los márgenes establecidos, y con las correcciones temporales que sean necesarios, con el objetivo de hacerlo bien y en condiciones de ganarlo.
Para llevar adelante estos presupuestos, Presidencia y Economía han trabajado a fondo y juntos han sumado. Ahora Presidencia y Vicepresidencia tienen el reto político de sus vidas, junto con el resto de departamentos del Gobierno, pero aquí Puigdemont y Junqueras con una responsabilidad clave y que marcará sus carreras políticas. El presidente ya ha dicho que no contempla ningún otro horizonte político para él que no sea el del referéndum. El vicepresidente estamos todos seguros que ve también la oportunidad inequívoca que todo independentista de toda la vida como él, así que seguro que también priorizará este frente y sus consecuencias a una posible inhabilitación o acción del Gobierno que le pudiera cerrar el paso de cara a unas hipotéticas elecciones catalanas en clave autonómica después de un aborto del referéndum. Él seguro que tampoco aspira a otra cosa que a un referéndum que han prometido del derecho y del revés, también los suyos. Y por tanto, confianza plena y ataques de ansiedad cero. Ahora hay que trabajar mucho y bien, con poco ruido, con cero sobreactuación ni necesidad de demostrar que se es el más rápido del lugar. A trabajar y hacerlo bien, y que se note con hechos. A pesar de todo, y los muchos elementos que se conjuran en contra, este gobierno está demostrando que puede hacer su trabajo. Ahora es necesario que demuestre, además, que puede culminar con éxito con su proyecto madre y que lo justifica.
(Para leer el artículo en Món.cat, clicad aquí)