A favor

  • A favor

    #Afavor PP

     

    Agárrense, que ahora vendrá una buena. De estrujada para Cataluña, les vengo a decir. Este lunes veía la comparecencia de Jorge Moragas, jefe de campaña del PP, presentando la campaña de Rajoy, y lo vi claro: van fuertes. Y en positivo. Con un PSOE y un (no) líder descolocados y con una convulsión interna que da miedo. Con un Podemos que disparado, pero en la segunda plaza y a distancia grande del PP. Con Ciudadanos que quedará como cuña debilitada tras un resultado seguramente a la baja y teniendo que hacerse perdonar el pacto fracasado con el PSOE. Y con el independentismo que en Cataluña cada uno a la suya y también en campaña a la expectativa del desaguisado de la semana por parte de la CUP. ¿No me dirán que esto no pinta a una victoria del PP, esta vez suficiente para gobernar?

    Y viéndolo, la casa Rajoy en positivo, dicen. Ellos. Imagínense hasta qué punto tienen claro que los otros no les podrán poner el dedo en el ojo como reclaman. Y la gente, después del ridículo de la política española de los últimos meses, no nos engañemos, quiere calma y certezas. ¿Las ofrece realmente el PP? No, pero una parte significativa del electorado puede pensar plausiblemente que el resto aún lo haría menos y proyectando más inestabilidad.

    Veía a Moragas presentando el espot electoral de apertuta, con sentido del humor y hablando de gatitos. Veía su eslógan, #afavor, así al estilo de las redes sociales y tirando de una expresión que entre la juventud ha hecho bastante fortuna de un tiempo a esta: “A favor”, o “muy a favor”, según el momento. Y sí, creo que la suya será una campaña ganadora. Muy a favor como se lo han montado, ¿qué quieren que les diga? La inutilidad manifiesta de los otros se lo ha dejado en bandeja. No lo merecen, pero la incapacidad de los demás de sumar cuando podían hacerlo obtendrá seguramente el castigo electoral que merece. La única esperanza que les queda para escabullirse es, paradójicamente, Mariano Rajoy. Pero el gallego ya ha demostrado ampliamente un superlativo instinto de supervivencia. Sería extraño que fallara precisamente ahora, cuando más se juega. La campaña, lo admito, a pesar de que de la anterior sólo hace cinco meses, será de aquellas que vale la pena seguir. Muy a favor, sí. Y recemos.