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- 07 mar
Barcelona tiene poder
Convergència se mueve, y no solo en el Congreso. El ‘conseller’ Santi Vila ha descrito ante las cámaras su idea de lo que debe ser el partido. El diputado Carles Campuzano ha postulado desde el ala socialdemócrata. Y todo ello en abierto, mientras Germà Gordó, diputado y ‘exconseller’, muy fiel a su estilo, faena partido adentro, lejos de los focos de las cámaras. Él también se mueve en la carrera por el liderazgo del espacio político convergente, removiendo piezas que proyectan su idea de partido, pero empezando por su plaza fuerte: Barcelona, y concretamente la federación barcelonesa de Convergència.
El congreso para elegir a la cúpula del partido en la capital está previsto que se haga después del que debe “refundar” o reformular de pies a cabeza el partido en su conjunto. Por lo tanto, nadie sabe a ciencia cierta cómo irá o se planteará el debate barcelonés a nivel de Convergència o de la plataforma que se derive del importante cónclave soberanista de junio en el que ya trabajan Artur Mas y su equipo. Pero cómo las diferentes familias o corrientes del actual partido enfocan la “batalla” barcelonesa apunta pistas que trascienden. Por ejemplo, ahora la candidata de Gordó a presidir la federación de Barcelona de CDC, la actual directora del Instituto Catalán de las Mujeres, Teresa Pitarch, ya contaría con el apoyo de 8 de los 11 presidentes de agrupación que hay. Frente a ella se prefiguran dos candidaturas alternativas. La de Mercè Homs, hermana del portavoz de Democràcia i Llibertat en Madrid y concejala que cuando termine el actual mandato municipal hará 12 años que lo es, y la de Carles Agustí, asesor en la Diputación, a quien los de Gordó no dan “ninguna opción”.
Gordó y los suyos necesitan pruebas de fuerza, y esta ebullición previa al congreso barcelonés les puede ayudar. Barcelona tiene poder. Su federación convergente es importante en la elección de secretario general. Gordó se reivindica y el modelo de partido que propone con la excusa de la renovación de la federación de Barcelona es evidente que es extrapolable al conjunto de una Convergència que quiere soberanista, de centro amplio, y con primarias para elegir cargos de partido y cabezas de lista. Además dice querer recoger el guante de la reivindicación de una base que reclama limitación de mandatos. Si se aplicara su propuesta en este ámbito (y con voluntad de ser retroactiva), ninguno de los actuales concejales convergentes en el Ayuntamiento de Barcelona podría repetir. Tampoco Mercè Homs, en caso de que no fuera cabeza de lista y a partir de ahí se planteara alguna fórmula para driblar o adaptar la norma. Hay partida. Movimiento.
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