¿Quién será “el renacido”?

  • ¿Quién será “el renacido”?

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    Creo que no miraré la película “El renacido”. Di Caprio es de esos actores que pese sé que seguramente es muy bueno, no me entra. Y, por lo demás, sólo viendo el trailer ya sufrí tanto que pensé que quizá me ahorraba la cinta entera. Pero una cosa no quita la otra, y el nombre de uno de los films estrella de los recientes premios Oscar me va de perlas para preguntarme quién saldrá vencedor de la gran “película” que los próximos días nos querrán vender unos y otros en el Congreso de los Diputados.

    Pedro Sánchez parecía más muerto que Di Caprio (por lo que apunta el trailer) al principio de su película. Sus compañeros la humillaban constantemente, su nefasta campaña electoral culminó con un resultado electoral lamentable y se plantaba en la etapa post elecciones como el segundo y en teoría claro aspirante a jefe de la oposición y gracias. Pero supo desenterrarse cuando ya le habían lanzado unas cuantas paladas de arena encima. ¿Culminará? ¿O todo ello no habrá sido más que un intento de conseguir una segunda oportunidad en forma de comicios anticipados? Si eso “canta” demasiado, entonces el resurgimiento habrá sido una falsa alarma.

    En el otro extremo tenemos a Mariano Rajoy. Es él quien todo el mundo da ahora por muerto políticamente. Pero de más verdes hemos visto madurar. Vayan a saber. No hay nada escrito y el argumento de la alternativa al caos tiene siempre su público. Además, cierto votante del PP que lo abandonó por Ciudadanos, si el movimiento táctico de Albert Rivera no les demuestra que lleva a algún lugar concreto y estable, tal vez se repensará en un escenario de elecciones anticipadas. Aquí, de hecho, otro de los posibles “renacidos”. Rivera ha superado el post trauma de unos resultados electorales que le dejaron claramente decepcionado con las expectativas que él y los suyos habían ido alimentando (y creyéndose) durante meses. Ha sido ambicioso y ha arriesgado. Quien no arriesga no gana. Pero la opción del fracaso, de quedar sin satisfacer a nadie, también podría darse. Eso sí, la perspectiva de empeorar resultados en una nueva cita con las urnas era lo que tenían por descartado ya de entrada. Ahora igual suena la flauta.

    ¿Y Pablo Iglesias? El mejor resultado electoral peor gestionado que recuerdo. Y eso que ciertamente el pacto del PSOE con los que hasta hace poco los mismos socialistas tildaban de “derecha” puede abrir campo para hacer crecer a Podemos. Pero todo ello también podría no ocurrir si el votante de izquierdas metaboliza que ahora preferiría desplazar al PP y hacer la vista gorda a un pacto con un Rivera que tiene una chapa más limpia y pulida que los populares. ¿Quedará Iglesias como el intransigente que aborta la opción de cambio en España tras una nueva mayoría absoluta muy mal gestionada por parte del PP? Puede quedar así o como el guardián que vele parlamentariamente por una legislatura que asegure el acento a la izquierda y cierto punto de reformas. Quizás por esta vía también renace su imagen después de unas semanas donde ha decaído como sinónimo de voto útil. Alguno de ellos saldrá. Digo yo.
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