Sánchez, candidato a popular

  • Sánchez, candidato a popular

     

    No dejaremos toda la cuota de pantalla para Pablo Iglesias… ni para Albert Rivera», me dice un dirigente socialista con mucho conocimiento del medio televisivo. Pero cuota de pantalla, ojo, en los programas de entretenimiento, los de mayor audiencia, no en los informativos, que ahí el público es otro y el PSOE ya tiene su ración casi a diario asegurada. Además, ¿estamos de acuerdo en que un voto de un espectador de Sálvame o de El Hormiguero vale lo mismo que el de uno que solo vea telediarios o debates sesudos? Pues a todos ellos debe intentar dirigir su mensaje un político. 
    Hay públicos para todos los gustos, de ahí que el PSOE de Pedro Sánchez haya decidido ponerse a ello. Y lo hace de la mano de la nueva responsable de comunicación del líder, Verónica Fumanal, una experta en asesoría de imagen que tuvo mucho que ver en el lanzamiento de Ciutadans, así como en la proyección y elaboración de la muy mediática imagen de Albert Rivera. Ella le advirtió de que la apuesta por hacer las Españas le restaría más que le sumaría y, a partir de ahí, él la fue escuchando menos hasta que la asesora echó a volar. Trabajó con Jaume Collboni en su candidatura en las primarias del PSC para elegir alcaldable por Barcelona, y ganaron. Luego lo intentó con Pere Navarro aunque aquí le duró poco el candidato, que dimitió a las semanas de que Fumanal aterrizase en la sede de Nicaragua. Pero la asesora ya había conectado con Collboni (marido de Óscar Cornejo, gran jefe de La Fábrica de la Tele, productora de Sálvame y de Viajando con Chester entre otros programas) y con Miquel Iceta y su mano derecha, un Enric Casas que la propuso a Pedro Sánchez como responsable en Catalunya de la comunicación de su candidatura en las primarias del PSOE. Y carambola. Ahora, ahí está ella, su control de la asesoría de imagen y comunicación (impulsó la consultoría Politikom) y sus buenos contactos con el mundo de la tele. 
    Ahí está ella, y de fondo, dicen en el PSOE, también otro ilustre en el ramo de la consultoría política en España, un Luis Arroyo que trabajó en La Moncloa de José Luis Rodríguez Zapatero y con Carme Chacón de ministra, de quien es amigo íntimo, y también de su marido, Miguel Barroso, gran gurú de ZP. Todos ellos, muy pendientes siempre del frente de la imagen y de su papel en política. Arroyo, de hecho, escribió hace un par de años el libro El poder político en escena (RBA). También es amigo íntimo de Miguel Contreras y de Antonio García Ferreras, capitostes de La Sexta, y en el programa del segundo (Al rojo vivo) ya hemos visto a Sánchez en más de una ocasión. 

    Hoy toca el ‘Chester’ 

    Cuando pregunto en el PSOE por la relación de las conexiones de Fumanal y compañía con el mundo televisivo y la presencia de Sánchez esta semana en El Hormiguero y enSálvame (y hoy domingo en Cuatro, enViajando con Chester, de Risto Mejide, también amigo de Cornejo y Collboni), la respuesta es lacónica pero a la vez diáfana:«Los amigos están para algo». Y es que los socialistas lo tienen claro: «No estamos para desperdiciar votos, y por tanto tampoco audiencias». 
    Porque en el siglo XXI, ¿dónde recibe la gente impactos de la política? ¿En los mítines? No, ahí van básicamente los convencidos, que por otro lado son cada día menos. La mayoría de la población, que vive hiperconectada en multimedia, recibe sobre todo noticias de los políticos a través de los medios de comunicación, y eso no quiere decir solo a través de la televisión. Porque ahí están desde hace años las grandes audiencias, pero ahora muy acompañadas de la radio, la prensa e internet, y concretamente en unas redes sociales digitales que a través del ciberespacio consumen millones de usuarios a diario vía ordenador, móviles o tabletas. «Si ahí está la gente, ahí debemos estar nosotros también», dicen desde el equipo de comunicación de Pedro Sánchez. «Y luego la gente ya elegirá si nos sigue o no, si le gusta o no lo que decimos y cómo lo decimos». Están trabajando en ello. Y vendrán más sorpresas.

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