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- 17 ago
Empollones y yanquis
Arthur Schopenhauer, uno de los pensadores más importantes del siglo XIX, escribió en un opúsculo titulado El arte de tener siempre la razón (1830-31) 38 estratagemas para mirar de imponerse en el debate a un contraopinante. Es lectura ligera para agosto, estimulante a la hora de reseguir el debate político Catalunya-España, por ejemplo atendiendo al discurso de Mariano Rajoy, que deja bastante claro que algún lector de Schopenhauer tiene en La Moncloa, allá donde le rodea su equipo de máxima confianza.
Los hay que, fuera del PP, aún se preguntan si realmente la figura del director del Gabinete de Presidencia, Jorge Moragas, es tan determinante como aparenta a la hora de decidir la acción política y el discurso de Rajoy. Y quienes dudan de ello olvidan la soledad del actual presidente hace no muchos años, en el 2008, al perder por segunda vez unas elecciones generales, cuando estuvo a punto de ser removido de su silla de líder del Partido Popular en el congreso que los conservadores celebraron en Valencia.
Le quedaban unos cuántos a su lado, entre ellos Francisco Camps y Alberto Núñez Feijóo, pero los adversarios eran fuertes, sobre todo en el territorio, con poder y con plazas fuertes como la Comunidad de Madrid, no como él que mandaba en la sede de la madrileña calle de Génova (y aún gracias) con un equipo en buena parte heredado del aznarismo. Y entonces Moragas dio un paso al frente. Y le mostró plena fidelidad y disposición absoluta para hacerle de escudero. Y salieron adelante. Y entonces, en la sede del PP, empezó la forja de un equipo reducido de gente que, junto con Soraya Sáenz de Santamaría y su «clan de los sorayos» (gente como el actual jefe de la Oficina Económica de la Moncloa, Álvaro Nadal, o los secretarios de Estado José Luis Ayllón y José María Lassalle), fue configurando el círculo más próximo al líder conservador. Jóvenes, preparados, discretos, con hambre de poder. Los de Soraya, con más fama de empollones. Los de Moragas, más anglosajones de la parte yanqui.
En el equipo del director del Gabinete destaca el nombre de Alfonso Senillosa, su mano derecha y director adjunto que es también el director del Departamento de Seguridad Nacional. Es uno de los hombres de confianza del gran asesor presidencial, junto con el director del Departamento de Análisis y Estudios del Gabinete de Presidencia, un joven Eduardo Baeza, antescommunity manager del PP, a quien Moragas denomina cariñosamente «colibrí» (porque es pequeño y siempre en movimiento), y así se refiere a él en el prólogo que le hizo en su libro Cómo crear una campaña electoral de éxito (Eiunsa, 2012). Como Senillosa y Moragas, Baeza está muy influido por la cultura norteamericana, siempre alerta, muy competitivo y a la vez con un don especial para las relaciones públicas. Colecciona guitarras eléctricas y está casado con la cantante Mai Meneses, del grupo Nena Daconte. En definitiva, mucha juventud y dinamismo que contrasta con la senior de los monclovitas de Rajoy, una Carmen Martínez Castro, veterana periodista y ahora secretaria de Estado de Comunicación, ya dircom del líder desde sus primeros tiempos al frente del partido conservador, cuando ya le era fiel, como el resto del grupo.
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