Ni un paso en falso

  • Ni un paso en falso

     

    Juan Carlos I acostumbraba a describir a su mujer, la reina Sofía, como «una profesional». Poco cálido sobre todo viniendo de un marido, pero dicen que ajustado a la realidad. Y una cosa parecida pasa con el actual conseller de Interior, Ramon Espadaler. Sus compañeros de partido lo describen como «un buen profesional desde un punto de vista político». Y quienes lo conocen bien, incluso política allá, lo corroboran: «Nunca da un paso en falso». Incluso algún compañero suyo de Unió añade a esta frase una apostilla: «Y siempre piensa si el paso hará daño a Josep Antoni Duran Lleida». Y en caso de que así pueda apuntar que pasará, no lo da, claro. 
    Ahora es conseller de Interior con el presidentArtur Mas, pero ya lo fue de Medio Ambiente con Jordi Pujol. Hace muchos años de aquello, y era entonces bastante joven, entre el 2001 y el 2003. Pero es que su carrera empezó también precozmente, sin pasar por las juventudes del partido, cuando con 26 años se hizo militante de Unió. Y ya desde entonces a la sombra de Duran, a principios de los 90, haciéndole de asistente. 
    Siempre ha estado junto a Duran y él siempre ha velado por el actual conseller. De hecho, uno de los hombres más próximos al líder socialcristiano lo tiene claro cuando le preguntan quién será su relevo cuando llegue el momento: «Será él, Espadaler». Sin dudarlo un momento y sin añadir nada más. 
    Eso sí, como todas las parejas, artísticas, políticas, de hecho o como sean, también tuvieron su crisis. Una importante, cuando vivieron su momento más tenso, fue al negarse Espadaler a asumir la candidatura de CiU en la alcaldía de Vic. Él, nacido en Sant Quirze de Besora, había sido regidor allí entre el 1991 y el 1999, y entre este año y el 2001 había sido teniente de alcalde en Vic. Era la apuesta de Duran y, por lo tanto, la del partido, pero dice la leyenda que él renunció porque las encuestas, aquel 2007 con CiU en la oposición casi en todas partes, no apuntaban a unos buenos resultados que le aseguraran la alcaldía. Él ya era diputado en el Parlament. Nunca un paso en falso, ¿recuerdan? Y entonces Duran tuvo que tirar de un desconocido Josep Maria Vila d’Abadal, que era consejero de la Corporació Catalana de Ràdio i Televisió a propuesta de Unió. Vila aceptó y se convirtió en alcalde, que aún lo es a pesar de haberse dado ya de baja de Unió después de un enfrentamiento político y personal con Duran. Espadaler, en cambio, supo obrar de forma que aquel momento crítico con el líder cicatrizara bien. 

    Avanzar gracias a Duran 
    De hecho, según aseguran quienes conocen a los dos y a su partido, «su carrera política siempre ha avanzado gracias al apoyo de Duran, no del territorio. Así como el actual conseller de Agricultura, Josep Maria Pelegrí, es Duran y territorio, Espadaler es básicamente Duran». Estos días de campaña en que el líder de UDC ha causado baja por un pinzamiento, Pelegrí lo ha sustituido en una ocasión en un mitin, y el resto lo ha hecho sobre todo Espadaler. 
    Y así va avanzando, en el partido y en el Govern. Con un claro padrino, pero con un estilo muy propio que su entorno en laconselleria describe como «reflexivo, prudente, sensato y con coraje, muy observador, muy humano y detallista».Sus compañeros de partido coinciden bastante en ello, ponen en valor que «no tiene ni amigos ni enemigos (políticos )», añadiendo un matiz importante: «Nunca ha hecho un favor gratis a nadie». Esto lo apuntan los más críticos con él, haciendo referencia a «gratis» en el sentido de que si Espadaler no ve la opción de salir ganando políticamente no se pone a nada, pero a la vez coincidiendo en una cualidad que su entorno más cercano y afín también destaca de él: la honradez. En un partido como Unió, con muchos años en el poder y salpicado por varios casos de corrupción, su nombre nunca ha salido en ninguna parte relacionado con esto: «No ha ayudado nunca al sector de los negocios», dicen. 
    Su personalidad, su cálculo y la protección de Duran lo han ayudado a tener un currículo importante que proyecta una clara voluntad de servicio público. Esto en Interior le está reportando un reconocimiento bastante unánime, sobre todo en comparación conconsellers anteriores. 

    «No hay espadaleristas» 
    Pero la torna de este modo de ser y de hacer es que no crea complicidades, sintonías, ni muchas sinergias políticas a su alrededor. Esto, destacan desde su partido, contrasta con perfiles como el del actual Secretario de Universidades, Antoni Castellà, que despierta grandes antagonismos, pero también grandes sintonías que crean equipo y lo dotan de capacidad de liderazgo. Esto a Espadaler le falta. «No hay espadaleristas», remata un miembro del Comitè de Govern de Unió. Pero él va tirando y se perfila en el horizonte cada día más claramente como el sustituto de Duran Lleida. 
    Y así, el hombre y el político de la apuesta segura, del no dar nunca un paso en falso, va consolidando sus opciones de futuro, ahora desde una conselleria de alto voltaje político que ha chamuscado a más de uno pero que él de momento controla a pesar de las sacudidas propias del Departamento, algunas heredadas, otras, de las que siempre habrá. Es historiador. Sabe de dónde viene. Sabe a dónde va.

    (Para leer el artículo en EL PERIÓDICO, clicad aquí)