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- 21 may
Los infravalorados
Ojo con los infravalorados. Esta semana, uno de ellos, François Hollande, ha llegado a presidente de la República francesa. Su rival interna, Martine Aubry, lo tildó de estandarte de la «izquierda blanda». El partido de Nicolas Sarkozy difundió vídeos que lo caricaturizaban como un flan. Pero Sarkozy ha tenido que abandonar el Elíseo y Aubry no será ministra. «Cometió el error de infravalorarme», le espetó Hollande a su rival en el cara a cara televisivo. Y tenía razón.
Pero el de Hollande no ha sido el único caso de político que, infravalorado por sus rivales, acaba triunfando. Pienso en Artur Mas o en José María Aznar. Pocos daban un duro por ellos cuando empezaron como aspirantes, y acabaron siendo presidentes. Y pienso también en Soraya Sáenz de Santamaría, que hasta hace muy poco despertaba sonrisas de condescendencia entre propios y extraños, pero que ahora reina en Presidencia de Moncloa. Cada viernes, nos tiene a todos en vilo a propósito de las medidas que ella y su inteligencia emocional explican por Mariano Rajoy, de momento sin desgaste aparente para ella, que es quien pone la cara a los recortes que está llevando a cabo el Gobierno del PP.
Empezó como asesora (jurídica) de Rajoy, y de ahí al estrellato. Pero costó. Como portavoz del PP en el Congreso de los Diputados no le dieron ni un minuto de gracia. Pero se acabó imponiendo. La confianza del líder fue clave. De hecho, Soraya hace tiempo que tiene interiorizada la importancia del equipo. Y ella, también ahora como vicepresidenta, tiene uno fiel. Los cuida y la cuidan desde hace años. Y son mayoría de mujeres, algo bastante inédito en los equipos de asesores de la Moncloa y, en general, al más alto nivel de las cancillerías internacionales. A excepción destacada de Angela Merkel en Alemania.
María Pico es su jefa de gabinete. Periodista formada en la Universidad Europea de Madrid, también ejerce las funciones de directora de comunicación y jefa de prensa. Es pieza clave para Soraya, como su adjunta, Edelmira Miri Barrera, una orensana que también acompaña a la vicepresidenta desde los tiempos de la oposición en Génova 13, la sede central del PP. Politóloga, hay quien la considera el cerebro de Soraya.
Y en este núcleo duro, un hombre: el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón. Ellas le llaman Papi. Papi Ayllón. Es igual de joven que Soraya, pero su aspecto clásico y bonachón ayudó al rebautizo de sus compañeras. Son una piña desde sus tiempos de Génova. A él también había quien lo infravaloraba. De Miri hay quien dice que es naíf porque le va lo multicultural. Y de Sáenz de Santamaría aún defienden algunos que concentra más poder del que puede manejar. Pero váyanles detrás. Ojo con los infravalorados en política.
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